Tras la publicación de
esta entrada sobre la calidad de la información proporcionada a los pacientes al recibir el alta hospitalaria, surgió un interesante debate en Twitter sobre la claridad y utilidad de la misma para los receptores principales de dicha información, los pacientes. Pero Twitter se quedaba corto para hablar del tema, por ello y para solventar las limitaciones de los 140 caracteres se decidió trasladar el debate a Wikisanidad lanzando un
Carnaval de Cuidados.
Una vez recibida el alta tras un ingreso hospitalario a los pacientes se les entregan varios informes pero, ¿entienden todos los documentos que reciben? La mayor parte de las veces no, ni ellos ni sus cuidadores.
Según el
Real Decreto "de los documentos clínicos y los anexos" un paciente se puede encontrar con
gran cantidad de información sobre su estado de salud sin entender casi nada. Es de lectura imprescindible
esta entrada de
Cuidando.es donde los turroneros nos daban una idea de cómo pueden interpretar estos documentos nuestros pacientes. ¿Por qué? Porque la mayoría de estos informes no van dirigidos al paciente:
- El Informe de alta, los resultados de analíticas, las pruebas radiológicas, etc., aunque se entreguen al paciente pocas dudas le van a aclarar. Su información va más bien orientada al médico de familia u otros especialistas.
- Y con el Informe de continuidad de cuidados de enfermería ocurre más o menos lo mismo. Entre diagnósticos Nanda, NIC y NOC nuestro paciente no encontrará información sobre lo que realmente le importa (el cuidado de su reciente colostomía, por ejemplo).
En resumen, ¿qué información le sirve al paciente para sus cuidados? Poca o ninguna. Además, ¿no hay otra forma de trasmitir toda esa información del profesional del hospital al profesional del centro de salud?
La primera cuestión se resuelve si al paciente (además de todos los informes anteriores o incluido en el Informe de Continuidad de Cuidados de Enfermería) se le entrega una
hoja de recomendaciones al alta con instrucciones claras y sencillas que pueda entender. No debería estar basada únicamente en
cuidados derivados de su hospitalización sino que también debería incluir
educación sanitaria para mejorar hábitos alimenticios, ejercicios indicados según la patología, recomendaciones sobre higiene personal, etc, además de información sobre
próximas citas para pruebas y revisiones. Insisto, sin tecnicismos para lograr que nos entienda, fomentando el autocuidado, disminuyendo la ansiedad en pacientes y familiares y mejorando la percepción de la asistencia recibida.
Un
ejemplo de Informe de Continuidad de Cuidados (ICC) de Enfermería con recomendaciones reales a pacientes incluidas
podría ser este.
Por lo que vemos en el ejemplo este paciente tiene una colostomía y en el ICC se incluyen cuidados de la misma y recomendaciones para mejorar su estilo de vida. Aunque desconozco si este modelo (u otro similar) se está utilizando en algún sitio (desde luego en mi zona no), me gusta.
Pero si de mí dependiera, para optimizarlo aún más y hacerlo más completo añadiría a lo anterior algún
enlace a webs fiables. Son los propios pacientes los que determinarán la forma de enseñarles, por eso si poseen las habilidades y conocimientos suficientes para navegar por internet, querrán ampliar conocimientos y buscarán en la red información sobre su enfermedad. Y quién mejor que nosotros para encauzarles en su búsqueda añadiendo esa información en la hoja de recomendaciones, evitando así que se pierdan entre un gran número de enlaces no todos fiables. Para seguir con el ICC del paciente del ejemplo, en la hoja de recomendaciones podríamos añadir algo así "
En esta página web puede encontrar información fiable relacionada con su enfermedad".
El otro gran caballo de batalla al que hacía referencia anteriormente es el canal de trasmisión de la información tras la hospitalización. Una
única historia clínica común y compartida resolvería de golpe todos los problemas de comunicación entre el hospital y el centro de salud, pero en ciertos sitios a día de hoy sigue pareciendo una utopía. Mientras tanto, el uso de las
nuevas tecnologías podrían mejorar ostensiblemente dicha comunicación (intranet, correo eléctronico, etc.) siempre que estuvieran perfectamente reguladas en materia de seguridad. Al ser transmitida de profesional a profesional la información sería más precisa y directa, mejorándose así tiempos de atención, no se perdería nada por el camino y no confundiría al paciente con términos específícos que poco pueden aportarle.
Hasta ahora en mi zona de salud la comunicación entre el hospital y el centro de atención primaria era muy mejorable, quizás la reciente fusión de ambas gerencias en una única Gerencia de Atención Integrada pueda resolver eso.
Espero el resto de entradas que se vayan publicando en este Carnaval de cuidados para conocer cómo se lleva a cabo en otros lugares y cómo creemos los profesionales que se debería realizar.
Y antes de terminar esta entrada me gustaría agradecer a mi amiga y compañera
Sonia su ayuda al contarme cómo realizan los Informes de Continuidad de Cuidados en su hospital. Un claro ejemplo de que la comunicación entre una enfermera de hospitalización y una de primaria no puede ser tan difícil. Gracias.