Social Icons

google plus Canal en YouTube

29 de marzo de 2015

Cuatro

El pasado miércoles se cumplieron cuatro años de la publicación de la primera entrada en este blog. Cuatro años en los que, como en la vida, ha habido de todo. Desde meses muy fructíferos en publicaciones a épocas de más sequía, con silencios más o menos buscados. Y, como decía en aquel arranque de esta aventura bloguera, se ha hablado de casi todo.

Para mí, errante siempre e inconstante a veces, cuatro años son muchos. ¿Hasta cuándo? Nunca se sabe. De momento lo único que puedo saber es que hoy, cuatro años y 250 entradas después, La pildorita sigue aquí.


La película. Aunque algunas críticas pretendían catalogarla como un reflejo fiel de las relaciones de pareja, tengo que decir que, en mi opinión, no lo es. Ello no quiere decir que no me gustara, al contrario. Es muy entretenida, su banda sonora es fantástica (adoro a Damien Rice) y te remueve algo por dentro, pero ciertas situaciones resultan menos creíbles quizás porque el ritmo de la película no te permite asimilarlas. Dan, Larry, Anna y Alice son los cuatro protagonistas de Closer (Mike Nichols, 2004), una película donde amor, infidelidad, pasión y celos son los ingredientes de un cóctel amargo y ácido, donde las relaciones se hacen imposibles porque nadie parece saber ni qué ni a quién querer.


El libro. Cuatro años tardó la autora en terminar su cuarta novela, una historia cotidiana sobre la vida de cuatro mujeres corrientes. Ana, Rosa, Marisa y Fran trabajan juntas en una editorial. Mientras elaboran un atlas de geografía vamos conociendo la vida de cada una de ellas. Sin tratar nada extraordinario nos vemos inmersos en sus amores, decepciones, sueños y desengaños. Mi libro de hoy sobre problemas comunes de mujeres corrientes se llama Atlas de geografía humana (Almudena Grandes, 1998).


La canción. Después de la película y del libro, me bajo de esta montaña rusa emocional de amores, desamores, anhelos y desengaños para subir a una nave espacial. Y me imaginaré viajando en el tiempo y a otro lugar, buscando un mundo nuevo y otra vida mejor. Como en la canción de hoy, Spaceman de 4 Non Blondes.



Gracias a los que habéis estado ahí durante estos cuatro años. Feliz domingo para todos.



22 de marzo de 2015

El baile de las almas


Aparentar tiene más letras que ser (Karl Kraus). 

Vivimos en un mundo de apariencias. Intentamos aparentar bondad, solidaridad y empatía pero la condición humana es caprichosa, egoísta y clasista. Según la época y en mayor o menor medida, siempre ha sido así. Hay personas dispuestas a todo, incluso a vender su alma si es necesario, por parecer ser algo que no son. Y personas sin alma capaces de permitir la humillación de otros porque su condición social les hace creerse superiores.


La película. Durante la Gran Depresión americana se organizaban inhumanos maratones de baile donde la única pareja ganadora era la que mayor tiempo resistía bailando. Estos bailes se disponían con dos finalidades. Para los concursantes, escapar de la miseria y desesperanza, reparar sus sueños rotos o recuperar las oportunidades perdidas ganando el premio final. Para los bien posicionados socialmente, divertirse y disfrutar del sufrimiento de los desesperados, como si de un gran espectáculo se tratara. Dramático.

En 1969 Sydney Pollack dirigió una de sus grandes obras y mi película de hoy, Danzad, danzad, malditos. Esta escena es sobrecogedora:



El libro. ¿De qué sirve tener mucho si no presumes de ello? Los Kampf, nuevos ricos en París tras un golpe de suerte en la bolsa, tienen todo lo que el dinero puede comprar. Pero les falta algo imprescindible para ellos, el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Para conseguirlo organizan un baile con doscientos poderosos invitados. Un baile lleno de apariencias al que también asistirá la odiada prima Isabelle, una vieja malévola y fisgona a la que invitan porque si no invitamos a Isabelle, si no estoy segura de que al día siguiente [en mi familia] se morirán todos de envidia, ¡lo mismo me da que haya baile como que no! Pero no todos los Kampf comparten el mismo entusiasmo por el baile. Antoinette, la hija de catorce años constantemente ninguneada por su madre, encontrará la forma de vengarse.

El baile, de Irène Némirovsky, combina la difícil relación entre una madre y su hija, el ansia de reconocimiento social y las diferentes formas de buscar la felicidad con un final inesperado.


La canción. Y después de todo lo leído, ¿cómo recuperas tu esencia y vuelves a creer en el mundo? Puedes callar, puedes pasar, puedes fingir que te da igual... O puedes partirte en dos y negociar una de tus mitades. O haces de la rabia tu flor y con ella tu bandera. Total, hay tanto idiota ahí fuera... La canción de hoy es Sálvese quién pueda, de Vetusta Morla y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia en el concierto benéfico ofrecido tras el terremoto de Lorca.




Feliz domingo para todos.



1 de marzo de 2015

Cuando los molinos se hacen gigantes

"El trabajo bien hecho siempre obtiene recompensa" o "Quien la sigue la consigue" son frases que decimos algunas veces pero que no siempre son ciertas. En ocasiones trabajas mejor que bien, colaboras en todo aquello que te proponen, estás abierto a escuchar a todo el mundo, ideas proyectos de mejora pero... solo recibes malas caras, malas respuestas o, simplemente, el silencio más absoluto.

Es entonces cuando los molinos se convierten en gigantes, los dementores se apropian de tu energía y de tus ganas de continuar, no te quedan fuerzas para seguir luchando y te juras que no puedes más, que todo te da igual, pero solo te dura un segundo (Puta vida, Supersubmarina).


Y como esta desesperanza solo te dura un segundo, escribes un punto y seguido, dejas de lado tus pesadillas y vuelves a la carga. Y ya que esta entrada va de gigantes, molinos y de Quijotes en un lugar de La Mancha, ligamos la introducción y los títulos de hoy con una frase de Miguel de Cervantes: Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.

La película. Carpe Diem, vive el momento y lucha por tus sueños. Una frase parecida a ésta sería la idea fuerza que inspiró el guión de la película de hoy, El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989). La vida de un grupo de estudiantes de un estricto, tradicional y elitista internado privado cambia para siempre gracias a la llegada de un nuevo profesor, cuya creatividad y métodos revolucionarios incita a los alumnos a pensar por sí mismos y a luchar por sus sueños. 



No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo.

El libro. En una comunidad marcada por la injusticia racial y la desconfianza hacia lo diferente, solo un abogado se atreve a defender la evidente inocencia de un hombre negro, acusado de violar a una mujer blanca, aún a sabiendas del previsible veredicto del jurado y de las enemistades que esta defensa le puede ocasionar. Este héroe enfrentado a un sistema judicial desigual e incluso a sus propios vecinos para defender la justicia y la igualdad no es otro que Atticus Finch, protagonista de mi libro de hoy, Matar a un ruiseñor (Harper Lee, 1960).


 Nunca conoces realmente a una persona hasta que no has llevado sus zapatos y has caminado con ellos.

La canción. Por más que luches contra ello y cuanto más intentes evitarlo, en ocasiones volverás a perder tu tiempo, trabajo y energía con gente que ni lo aprecia ni lo merece. Y te preguntarás ¿por qué lo hago? Entonces respirarás profundo, sonreirás y seguirás adelante porque sí, porque ese es tu carácter y porque hay mucha gente que te valora por ello. Y mucha gente a la que le pasa igual y se pregunta lo mismo, como estos chicos, autores de la canción de hoy, Heaven knows I'm miserable now (The Smiths, 1984).



In my life why do I give valuable time to people who don't care if I live or die? 

Cuando vuestros molinos se conviertan en gigantes contra los que luchar, recordad la frase de Cervantes y confiad en el tiempo. Feliz domingo para todos.

P.D. Este post está especialmente dedicado a un Quijote soñador pero muy cuerdo, mi amigo Miguel Ángel Máñez.  



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Licencia Creative Commons