Hoy se celebra el Día Mundial del Corazón y para conmemorarlo la Fundación Española del Corazón y la World Heart Federation organizarán diferentes actividades para recordar lo importante que es la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Este año, el lema elegido es "Un Mundo, un Hogar, un Corazón" y se pretende concienciar a la población mundial sobre la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares y seguir una actitud cardiosaludable como modo de vida y en el propio hogar.
Y en la blogosfera también se pretende conmemorar este día a nuestra manera. Así que hoy, en el Día Mundial del Corazón, dos amigos y dos blogs se vuelven a unir bajo un mismo lema: "Un Mundo, un Hogar, un Corazón".
Hoy, Iñaki en Sobrevivirrhhé! y yo misma usaremos ese lema con una película, un libro y una canción (y no, no es domingo).
Un Mundo, un Hogar, un Corazón.
Un Mundo. Se pretende concienciar a la población mundial educándola para conseguir actitudes cardiosaludables. Todo lo contrario que ocurre en Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, un libro publicado en 1932 con visión futurista donde se han eliminado los valores humanos esenciales en favor del desarrollo de la ciencia:
"Anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía".
¿Un mundo feliz?
Un Hogar. Hay que educar para prevenir siempre y en todos sitios, empezando por nuestro hogar, esté donde esté, como ya escribió Antonio Vega "llevo Mi hogar en cualquier sitio" tema versionado en su disco-homenaje por Depedro y Caléxico.
Un Corazón. Hay que conseguir que todos cuidemos nuestro corazón. Y eso no será fácil. Al igual que en Braveheart aparecerán muchos obstáculos, pero en nuestra mano está intentar ir salvándolos. Porque al final... "Todos moriremos, pero no podremos decir que no hemos vivido." O al menos, lo habremos intentado.
Cuidad vuestro corazón, no es una máquina, es mucho más. ¿O no?
Dices que tienes corazón, y sólo
lo dices porque sientes sus latidos;
eso no es corazón..., es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido.
G. A. Bécquer