La segunda acepción de la RAE define algo único como algo singular, extraordinario, excelente. Y eso son los pacientes empoderados, seres únicos (como la canción de Love of Lesbian que da título al post). Pero es más, también son seres únicos (porque no son muchos) los profesionales que quieren empoderar encontrarse con pacientes informados.
Imagen de Zamzara en Flickr |
Para empezar por el nombre, el termino empoderar a mí tampoco me gusta. Me parece una traducción forzada cuyo significado no todos conocen. Empoderar es apoderar, dar poder, por tanto un paciente empoderado será un paciente con poder sobre su salud. Sí, pero no, a mí me suena raro. Por eso en lugar de paciente empoderado prefiero hablar de paciente informado y activo con la actitud necesaria para participar y hacerse responsable de su salud.
En teoría, el modelo paternalista en la relación profesional sanitario-paciente está dejando paso a otro abierto y participativo donde el paciente se implica y forma parte activa en la toma de decisiones sobre su salud. Pero sólo en teoría. Haberlos haylos pero en la práctica diaria pocos pacientes empoderados me he encontrado hasta ahora.
¿Por qué existen tan pocos pacientes empoderados o informados, implicados y activos? Porque este "traspaso de poder" es cosa de dos, del paciente y del profesional con el que se encuentra. Si alguno de los dos no toma parte, de empoderamiento, paciente activo, o como lo queramos llamar, nada de nada.
- El paciente: no todos saben, no todos quieren y no todos pueden. No todos los pacientes disponen de los medios, conocimientos y actitud necesarios para participar en la toma de decisiones sobre su salud, por eso debemos personalizar la atención y asesorar intentando empatizar e independizar al paciente según el conocimiento y la situación del mismo y teniendo en cuenta sus prioridades. De hecho si preguntamos a los pacientes por las cualidades más valoradas en su médico de familia, la oportunidad de participar en la toma de decisiones es una de las menos valoradas o de menor prioridad.
- El profesional: no todos los profesionales saben manejarse con pacientes que ya han buscado información sobre su enfermedad, bien por temor a "perder poder", por no manejar las nuevas fuentes de información y no saber responder, o porque no conocen o no se fían de algo que el paciente "ha leído en internet." Por eso hay que adaptarse. Hoy muchos pacientes hablan de su enfermedad con otros pacientes a través de foros y redes de pacientes, o buscan información sobre su enfermedad en internet. El paciente ya está en la red y esto facilita su acceso a la información. Y el profesional tiene que estar donde esté el paciente. Yo no sé si para empoderar, pero para asesorar y educar a aquellos con actitud de empoderamiento, nosotros también debemos estar sirviéndoles como guía y apoyo en esa búsqueda de información fiable y de calidad.
El momento tecnológico actual facilita el acceso a la información y con el tiempo, la relación paciente-profesional sanitario dará un giro de 180º (y no sólo en la teoría). Aunque parece evidente que un paciente activo e implicado consigue mejores resultados en su salud, seguirán existiendo los fieles al modelo clásico de atención. Pero hay otros que ya han dado el paso y quieren ser parte activa en su salud. ¿Vamos a dejar que sean los únicos?
Esta entrada participa en el Carnaval de la Salud de Wikisanidad, cuyo tema de marzo es Paciente empoderado ¿realidad o ficción?
Buenas noches
ResponderEliminar¿Realmente el paciente quiere que le guiemos o asesoremos en sus incursiones encaminadas al empoderamiento?( valga la expresión). No lo tengo nada claro.
Tampoco veo que el paciente activo e implicado en ese sentido consiga mejores resultados en su salud. Seré clara: el que se implica en lo prescrito sí. Hay otro tipo que lo que busca, y lo encuentro muy respetable, es una alternativa al tratamiento médico. Que sea más "natural" e incluso algo mágica, en forma de "si hago ésto ocurrirá ésto otro"
Siento mi tono algo escéptico. Que nadie se desanime por favor:)
Blanca Usoz
Hola Blanca, encantada de debatir contigo, ya lo sabes. A ver si no me dejo nada.
EliminarCon respecto a tu primera cuestión mi opinión es totalmente opuesta a la tuya. Estoy convencida de que los pacientes quieren y necesitan que les asesoremos en su empoderamiento. ¿Quién mejor que el personal sanitario en el que confían puede hacerles distinguir, por ejemplo, fuentes fiables de información? Sacando el tema fuera del ámbito de la salud. Si yo estoy viendo un piso y tengo dudas sobre unas grietas, no sé dónde informarme de si esas grietas son estructurales o desapereceran con la siguiente mano de pintura. Ahora bien, si tengo un amigo constructor, que entiende de grietas más que yo, me lo llevo al piso para que me asesore si me voy allí a vivir o no. No sé si me explico...
Con respecto a la segunda cuestión. No entiendo muy bien a qué te refieres con "forma natural y mágica" pero lo que sí creo, y mi experiencia me ha enseñado, es que cuanto más se implique el paciente en su enfermedad mejor control llevará de la misma. Si tú defiendes que sólo conseguirá mejorar su salud el que se implique en lo prescrito, ¿dónde queda la educación sanitaria y el fomento del autocuidado que intentamos inculcar a nuestros pacientes? ¿La asistencia sanitaria eficaz se limita a prescribir? ¿Y si el paciente no está de acuerdo con nuestra prescripción? ¿Dónde queda el diálogo y el "ponerse en lugar de"?
De desanimarse nada, yo soy muy fan de la educación sanitaria y del fomento del autocuidado, y encontrarme con pacientes activos e informados es un reto apasionante en el que ambos aprendemos, como también lo es no empoderando pacientes (como digo en el post), pero sí aumentando su bienestar aumentando su confianza al adquirir más conocimiento de su enfermedad. Para ellos hay pequeñas dudas que a veces son un mundo.
Aquí ya sabes que estás en tu casa, puedes usar el tono que quieras que yo debatiré contigo con mucho gusto.
Un beso y muchas gracias por tu aportación.
Estimada Pilar; has escrito una entrada muy clara sobre el tema de los usuarios que vendrán y los profesionales que se encontrarán. El tema está tanto en la información como en la actitud y la libertad de ejercer el derecho a decidir (o a dejar decidir). Por desgracia yo creo que en la mayoría de los casos que actualmente atendemos impera el anterior modelo tergiversado o manipulado por los familiares que son los que se "hacen con el control" de la salud del usuario decidiendo por él.
ResponderEliminarHola Xose Manuel, he intentado dar cabida todos, a los que están y a los que vendrán.
EliminarEn esos pacientes dependientes o cuya salud es controlada por sus familiares también podemos actuar, sólo que en lugar de centrarnos únicamente en el paciente también tendremos que informar, educar, etc. a esos familiares o cuidadores (siempre que eso sea posible, no siempre lo es).