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1 de marzo de 2015

Cuando los molinos se hacen gigantes

"El trabajo bien hecho siempre obtiene recompensa" o "Quien la sigue la consigue" son frases que decimos algunas veces pero que no siempre son ciertas. En ocasiones trabajas mejor que bien, colaboras en todo aquello que te proponen, estás abierto a escuchar a todo el mundo, ideas proyectos de mejora pero... solo recibes malas caras, malas respuestas o, simplemente, el silencio más absoluto.

Es entonces cuando los molinos se convierten en gigantes, los dementores se apropian de tu energía y de tus ganas de continuar, no te quedan fuerzas para seguir luchando y te juras que no puedes más, que todo te da igual, pero solo te dura un segundo (Puta vida, Supersubmarina).


Y como esta desesperanza solo te dura un segundo, escribes un punto y seguido, dejas de lado tus pesadillas y vuelves a la carga. Y ya que esta entrada va de gigantes, molinos y de Quijotes en un lugar de La Mancha, ligamos la introducción y los títulos de hoy con una frase de Miguel de Cervantes: Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.

La película. Carpe Diem, vive el momento y lucha por tus sueños. Una frase parecida a ésta sería la idea fuerza que inspiró el guión de la película de hoy, El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989). La vida de un grupo de estudiantes de un estricto, tradicional y elitista internado privado cambia para siempre gracias a la llegada de un nuevo profesor, cuya creatividad y métodos revolucionarios incita a los alumnos a pensar por sí mismos y a luchar por sus sueños. 



No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo.

El libro. En una comunidad marcada por la injusticia racial y la desconfianza hacia lo diferente, solo un abogado se atreve a defender la evidente inocencia de un hombre negro, acusado de violar a una mujer blanca, aún a sabiendas del previsible veredicto del jurado y de las enemistades que esta defensa le puede ocasionar. Este héroe enfrentado a un sistema judicial desigual e incluso a sus propios vecinos para defender la justicia y la igualdad no es otro que Atticus Finch, protagonista de mi libro de hoy, Matar a un ruiseñor (Harper Lee, 1960).


 Nunca conoces realmente a una persona hasta que no has llevado sus zapatos y has caminado con ellos.

La canción. Por más que luches contra ello y cuanto más intentes evitarlo, en ocasiones volverás a perder tu tiempo, trabajo y energía con gente que ni lo aprecia ni lo merece. Y te preguntarás ¿por qué lo hago? Entonces respirarás profundo, sonreirás y seguirás adelante porque sí, porque ese es tu carácter y porque hay mucha gente que te valora por ello. Y mucha gente a la que le pasa igual y se pregunta lo mismo, como estos chicos, autores de la canción de hoy, Heaven knows I'm miserable now (The Smiths, 1984).



In my life why do I give valuable time to people who don't care if I live or die? 

Cuando vuestros molinos se conviertan en gigantes contra los que luchar, recordad la frase de Cervantes y confiad en el tiempo. Feliz domingo para todos.

P.D. Este post está especialmente dedicado a un Quijote soñador pero muy cuerdo, mi amigo Miguel Ángel Máñez.  



6 comentarios:

  1. Entiendo que a Miguel Ángel le encantará.
    Por mi parte.... Gracias!!!!

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    1. Hola Antonio, creo que sí le ha gustado.
      Aplicándolo a otros ámbitos de la vida te podría decir lo mismo a ti, confía en el tiempo. Ojalá ponga todo de nuevo en su sitio.
      Gracias por pasarte y comentar.

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  2. Genial la entrada de hoy.Tienes una intuición especial para seleccionar la frase adecuada de cada película, libro y canción.Me encanta el tema de hoy y ese regusto positivo que deja la entrada (como los buenos vinos).Gracias por esta lectura dominical.Ya estoy deseando leer la del domingo que viene.

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    1. Muchas gracias Rosa. Por tus buenas palabras, por pasarte siempre y por confiar en estos post dominicales desde el principio. Y por animarme a seguir el domingo siguiente.

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  3. Aún recuerdo cuando estrenaron la película, era como encontrar un trozo de rebeldía en la gran pantalla, como si las ganas de darle la vuelta a todo de repente estuviera bien visto. Fue un soplo de aire fresco, un chute de energia que aún hoy recuerdo. Después de leer tu post, me va a tocar volver a verla.

    Con la canción me has ganado del todo: los Smiths son mi pasión. Hay otros grupos, muchas canciones, muchos recuerdos asociados a estribillos, frases o solos de guitarra, pero The Smiths estaban por encima de todo. Un temazo, con todas las letras.

    Y para acabar, lo que más me gusta de tu blog: que siempre aprendo algo. Esta vez, además, por partida doble. Primero la frase de Cervantes, que ya la tengo apuntada, pq resume muy bien algo que aprendes con los años: que la paciencia y la confianza en uno mismo son capaces de arreglar los peores caminos y transformarlos. Y segundo por el libro, pq confieso que no lo he leido pero ya ha caido en amazon, así que pronto lo devoraré. Me quedan tantas cosas interesantes por leer...

    Eso sí, te pido un favor: no nos dejes huérfanos de tus posts!!! Somos muchos los que necesitamos nuestra dosis bloguera de pildorita como mínimo cada semana :)

    Gracias, mil gracias.
    Abrazos!

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    1. Genial Miguel, como sabes me alegra que te haya gustado.
      Muchísimas gracias por tus ánimos, que estas palabras vengan de ti es un lujo.
      Por ahora ideas y ganas de seguir escribiendo no me faltan, y cuando lo hagan, me las inventaré. Espero que aún queden muchas pildoritas de domingo por compartir.
      Un beso, suerte y sonrisas, como siempre.

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