En japonés

Como dice un proverbio japonés "Procura que tus palabras sean mejor que el silencio." Y como de Japón  puedo contar poco paso directamente a los títulos de hoy que, lógicamente, algo tienen que ver con la tierra del sol naciente.

Imagen de alfrain en Flickr

La película. La emoción no tiene nacionalidad ni entiende de idiomas, es algo universal. Y la soledad y el sentirse lejos de algunas personas, por muy cerca que estén físicamente, también lo es. Aquí y en Japón. Ese es parte del argumento de la película de hoy, la soledad de dos padres que viajan a Tokio para ver a sus hijos y descubren el abismo que les separa de ellos. Eso nos cuenta el japonés Yasujirō Ozu en Los cuentos de Tokio.

El libro. Al igual que con la película de la semana pasada hablábamos del estilo Tarantino hoy con el libro podemos hablar del estilo Murakami. Haruki Murakami es un escritor japonés que mezcla de forma sutil  realidad y fantasía con personajes enigmáticos. Además, la música suele estar presente de alguna forma en sus obras, bien dándoles título o bien formando parte de ellas. El título literario de hoy no procede de ninguna canción pero sí es un guiño a la obra de casi el mismo nombre de Orwell. El libro de hoy no es uno, son tres 1Q84 y 1Q84 libro 3.

La canción. Ni es japonesa ni la canta un grupo japonés. Es una letra muy sencilla que como casi con cada canción cada uno interpreta como quiere. Como ya he dicho más veces no me gusta eso de estar por estar, por eso... si te quieres venir, que sea porque no te da igual, frase que se queda en tu cabeza cuando escuchas Tokio ya no nos quiere, de Lori Meyers.

Feliz domingo para todos.