Hacia delante

Como es agosto y llevamos unos días de muchísimo calor hoy no me voy a extender mucho. Hace un par de domingos compartía por aquí un buen libro que ha escrito un amigo. Pues hoy directamente viene el amigo... Antes de dejar el blog en sus manos, una frase y una foto que tienen que ver con el post de hoy y con la vida en general...

"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes"  (K. Gibran).

Ya lo escribía al principio, hoy de nuevo tenemos visita en la pildorita. Como siempre que "viene" alguien se trata de un post especial pero si la visita es alguien a quien conoces desde hace veinte años (más o menos) la visita no es tal. Hoy comparte película, libro y canción mi amigo Andrés Carretero. Muchísimas gracias por tu entrada (por cierto, creo que es la primera vez que me llamas Pilar) y también por la página seis, sabes que para mí es un lujo. 

Desde ya escribe Andrés.

Quid pro quo Clarice, en este caso Pilar. Aunque esta cita, para quienes la hayan reconocido, no se utilizará para hablar ni de la película ni del libro. En esta nueva entrada en este blog prestado, trataré de arrimar el hombro para aportar un granito de arena a la impagada labor de su autora. Hacer asomar un poco de optimismo con cosas sencillas; un libro, una película y una canción. Aprovecharé para ello y como hilo conductor la tan traída, llevada y sufrida crisis.

La película. La crisis, tan devastadora para la mayoría aunque siempre existe un resquicio para la esperanza, o así me parecen que lo creían en Capitanes intrépidos, un clásico de 1937 sobre la adaptación. Quizá os suenen estas imágenes.

El libro. En la misma línea, en estos tiempos difíciles una dura reflexión sobre la condición humana cuando las condiciones son las peores. El título elegido es El pintor de batallas de Arturo Pérez Reverte.

La canción. Siempre hay que tener esperanza, mirar hacia delante y pelear por el futuro que parece estar en entredicho. Como dice Mercedes Sosa, Sobreviviendo.

Gracias de nuevo, Andrés, no hay mal que cien años dure (dicen). Sea como sea, seguro que salimos de ésta. Y mientras tanto qué mejor terapia que libros, películas, música y amigos para no darle muchas vueltas a las cosas. 

A seguir disfrutando del día y del verano. Feliz domingo para todos.