Cuando leí el título del estudio que tratamos hoy, me pareció un tema realmente interesante, aunque luego al ver las conclusiones obtenidas me faltó algo.
El estudio al que me refiero trata de determinar si la presencia de los padres aumenta o disminuye el miedo de los niños a los que se les va a realizar alguna técnica de enfermería (Sampol Granés X et ál. Impacto de la presencia de los padres en el miedo de niños sometidos a técnicas de Enfermería. Metas de Enferm jun 2011; 14(5): 26-30). Podéis leerlo completo en este enlace.
Y las conclusiones, pues casi no hay conclusiones. Bueno, sí las hay, pero no aclaran nada. ¿Os apetece contar vuestra opinión? ¿Preferís que los padres acompañen a los niños cuando hay que realizarles alguna técnica, o por el contrario, creéis que es mejor que esperen en otro sitio? ¿Están los niños más tranquilos si tienen a los papás al lado, o por el contrario, su presencia les altera más?
Y los padres ¿qué opináis? ¿Sois capaces de transmitir seguridad y tranquilidad al niño con vuestra presencia, o preferís que no os vean porque os ponéis muy nerviosos?
Y los padres ¿qué opináis? ¿Sois capaces de transmitir seguridad y tranquilidad al niño con vuestra presencia, o preferís que no os vean porque os ponéis muy nerviosos?
Yo creo que el problema no es de los niños, sino de los padres
ResponderEliminar¿se ponen nerviosos los padres cuando les hacen algo a sus niños?
¿Son capaces de comportarse con cordura?
Una técnica es hablarles y contarles qué van a hacerles, en qué consiste la prueba en palabras que puedan entender y tratar de quitarles el miedo.
ResponderEliminarEso hizo mi madre en un enema cuando tenía 4 años en urgencias. Me explicó en qué consistía y que iba a notar algo frío por el culete, y aquí estoy, no odio a los médicos, no tengo miedo a las pruebas ni a las enferemeras. Ah! y tampoco a mi madre, que conste! jaja.
De hecho, soy de las que si me explicas qué tengo y cómo va a ser la prueba, más relajada me quedo. TEndrá algo que ver mi madre en eso???
creo que los padres de hoy sobreprotegen a sus hijos.
besos.
En mi opinión es todo mucho más fácil cuando los padres están presentes y colaboran en la técnica. Es más sencillo que un niño se deje sujetar por su padre o su madre que por un desconocido. Siempre hay alguna excepción en la que los padres se ponen más nerviosos que los niños y, en ese caso, será mejor que esperen fuera, pero esto debería ser la excepción.
ResponderEliminarPor otra parte Laila tiene toda la razón; invertir un tiempo en explicarle a los niños (y a los adultos)en términos sencillos que es lo que vamos a hacer y que van a sentir es la mejor técnica para tranquilizarlos.
En mi opinión no se trata de que sea mejor o peor... Es un derecho. Son menores de edad y deben estar acompañados. El derecho es de los niños y de los padres.
ResponderEliminarOtra cosa es que haya padres que no ayuden, incluso molesten, lo mismo que cualquier paciente. No crees.
Yo estoy a favor de la presencia de los padres, porque son la mejor técnica de distracción para sus hijos, son los que mejor les conocen. Eso si, a veces puede que necesiten que les digamos a qué nos tienen que ayudar y cómo deben hacerlo. Yo siempre los sacaba fuera, pero creo que pueden ayudarnos si los "usamos" bien.
ResponderEliminarMe gusta este debate.. voy a hablar de mi experiencia como madre y como enfermera..como madre ha sido mucho mejor las veces que yo he estado acompañando a mi hijo , cuando le han hecho una extraccion u otra técnica el niño mas relajado y yo tambien.. y una vez que lo ingresaron en el hospital y para hacerle cualquier tecnnica/prueba se lo llevaban a él solito fue horrible, ya que oia yo desde fuera el llanto y gritos de mi hijo y me sentia impotente de no poder acompañarle, pero por protocolo del hospital me tuve que aguantar.. Como enfermera he visto de todo, padres que colaboran más, otros que entorpecen , incluso se desmayan .. pero yo de todas todas prefiero que los padres acompañen a sus hijos en momentos asi. Lo que comentais de explicarles las cosas cuando empiezan a tener uso de razón yo tambien estoy de acuerdo, de hecho la última vez que sacaron sangre a mi hijo y aunque es pequeñito (3 años)le explicamos lo que le iban a hacer fue con menos miedo .
ResponderEliminarInteresante debate, sin duda.
ResponderEliminarTal como han dicho los compañeros Javier y Rafa, no sólo está demostrado que la presencia de los padres es beneficiosa en cuanto a que disminuye la sensación dolorosa y la ansiedad, sino que además es un derecho de los niños como consta desde hace 25 años en la Carta Europea de los Derechos de los Niños Hospitalizados.
Ciertamente la experiencia me dice que hay padres "que no se comportan" y padres muy aprensivos que prefieren no estar. Aunque son los mínimos. En la mayor parte de las ocasiones somos los profesionales "los que preferimos" que no estén por nuestras inseguridades ante las técnicas o el miedo ante la reacción de los padres al ver a su hijo llorar.
En mi caso intento que estén siempre, también en técnicas un poco más "delicadas" como las punciones lumbares. Todavía no me he atrevido en situaciones de reanimación. Son situaciones muy tensas y difíciles. Pero todo se andará. Hay países donde ya se hace, y aunque el resultado de la reanimación sea negativo, se ha comprobado que la presencia de los padres en la reanimación mejora el duelo posterior por la pérdida. Para pensárselo, como mínimo.
Siento el rollo, igual un día "te robo" el debate provisionalmente, me has inspirado...
Un abrazo
Bonito debate, me gusta!
ResponderEliminarEn mi experiencia como enfermera en consulta de pediatría siempre he preferido que los padres se quedaran en la consulta. Los niños pasan menos miedo. SIEMPRE explicar qué les vas a hacer, son niños, no tontos.
Pero sí que hay ocasiones en las que tienes que pedir a los padres que salgan, si la técnaca es un poco más "agresiva"
Muy bien de nuevo Pilar!
Hola
ResponderEliminarNo sé para mi hija (2 años) pero para mí fue durísimo que no me dejaran acompañarla en la UCI de pediatría , marcharme oyéndola llorar llamándome y encontrarla atada cuando volví a verla.
Por mi profesión me dejaron estar más con ella durante el día. Ayudé colocando los electrodos al niño de al lado cuando se le caían, pero para la noche fueron inflexibles.
Creo que si la presencia de los padres tranquiliza al niño, que supongo que es la situación más frecuente si a ellos también se les explica mínimamente qué pueden hacer, lo mejor es que estén.
Como padre, te diré que procuro estar siempre al lado de mis hijas cuando le tienen que practicar cualquier tipo de procedimiento, siempre que el personal clínico lo permita.
ResponderEliminarCreo que podemos ser un valioso auxiliar en situaciones en las que el niño percibe instintivamente que puede padecer dolor, por ejemplo en las vacunaciones, tranquilizando y algunas veces sujetando al niño.
Los padres debemos ser capaces de tranquilizar antes, durante y después del procedimiento al niño, tratándolo como un adulto pequeñito, explicando claramente en qué consiste, dando toda clase de explicaciones y quitando importancia al procedimiento.
Miradas, caricias, un tono suave y tranquilizador de voz, y a veces, su juguete o peluche favorito y la promesa de algún tipo de actividad agradable al terminar la visita pueden marcar la diferencia.
¡Ah!, abstenerse padres hipocondríacos. ;-)
Como padre de una niña con enfermedad crónica que ha tenido que ir a infinidad consultas médicas, pruebas e intervenciones considero fundamental estar con mi hija en cualquier situación. Además hay que tener en cuenta que somos los padres los que tenemos la potestad para en cualquier momento decir "no" a lo que se esté haciendo a nuestro hijo. No entraré en casos complicados de urgencias y reanimaciones sino a cosas tontas como la vez que me negué a que pinchasen por cuarta vez a mi hija para un análisis de sangre porque en las tres anteriores no habían encontrado la vena o la habían roto.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos por vuestras opiniones, como profesionales y como padres.
ResponderEliminarParece que las conclusiones son claras después de leer todas vuestras opiniones.
Caelete, has dado en la diana. Si el padre no es capaz de estar tranquilo, no transmitirá tranquilidad al niño. Entonces su presencia ¿es beneficiosa?
Laila, las madres siempre tienen algo que ver en todo. Lo que demuestra que la actitud de tu madre fue la correcta es que tú lo asimilaras como lo asimilaste. Y como dices, explicar las cosas viene bien no sólo a los niños, se debe hacer también a los mayores.
Javier, totalmente de acuerdo, los niños confían más en sus padres que en nosotros, es lo normal. E igual que dice Laila, explicar las cosas siempre, a niños y a mayores.
Rafa, siempre partimos de respetar ese derecho. El debate está en buscar lo mejor para el niño, y si por casualidad su padre empeora la situación, entonces tendríamos que valorar ¿no? Como ves, termino el post diciendo que prefiero que estén los padres siempre que sea posible.
Elisesel, estoy contigo, los padres pueden ser (y de hecho la mayoría son) nuestro mejor aliado.
Ruth, no sabes cuánto agradezco tu visión "desde los dos lados". Cuando estás en el hospital con un familiar no sólo eres sanitaria, eres su familia. Las cosas se ven desde otro punto de vista. Gracias, de verdad.
Amalia, como le decía a Rafa, incluso la misma Carta Europea contempla nuestra duda de hoy. Cito textual "[...] el ejercicio de este derecho no debe perjudicar en modo alguno ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al niño".
Realmente sorprendida con tu dato sobre la presencia de los padres en RCP con resultado negativo. No tenía ni idea.
Puedes "robar" lo que quieras, jajaja. Aquí todo es de todos, y cuantos más aportemos, mejor. Estaré encantada de que el debate se traslade a tu casa, faltaría más.
Inés, esa frase que utilizas "son niños, no tontos" la digo mil veces al día cada vez que hago una consulta de pediatría. Algunos son bastante más listos que los mayores.
Blanca, igual que le decía a Ruth, mil gracias por dar tu opinión "desde el otro lado". Realmente tiene que ser durísimo vivir lo que cuentas. En tu caso tu hija estaba en un servicio especial, y todos conocemos sus normas, aunque sea doloroso, creo que se persigue lo mejor, o en todo caso, lo menos malo. Gracias otra vez.
Rafa P., justo lo que dices comentaba antes, no podéis ser un valioso auxiliar, podéis ser el mejor aliado, sin duda alguna. Lo malo es cuando el padre se convierte en no aliado (por miedo, por nervios, por lo que sea, en ciertas ocasiones no hay que buscar justificaciones, creo que el dolor de un hijo tiene que ser el peor dolor del mundo).
Pedro, gracias también por dar tu opinión como padre. No creo que nadie cuestione nunca tu derecho a decir no a lo que consideres. Créeme, todos buscamos lo mejor para ellos. A veces es inevitable ponerse nervioso, pero hay que intentar que el niño no lo note. Nadie quiere que ocurran, pero situaciones como la que describes en las extracción de sangre, pasan. Y no es agradable para nadie.
Muchas gracias a todos por participar en este debate que seguro no termina aquí. Gracias.
Interesante post y comentarios, y yo todo el dia desconectada. Aunque tarde me gustaria dar mi opinión.
ResponderEliminarSegún mi experiencia, la mayoría de los padres ayudan a la hora de tranquilizar a los peques. Hay algunos que se ponen nerviosos y yo he llegado a recibir un manotazo de un padre porque su hija lloraba al cogerle una vía. Por lo que el padre se fue fuera y la niña se tuvo que llevar otro pinchazo :-(.
Y en relación a lo que decíais de las emergencias, que es mi campo, si la RCP es en el domicilio, depende de la situación el dejar a los padres o no. Normalmente aunque están muy nerviosos, son muy respetuosos y no interfieren en nuestro trabajo. Yo también creo que es bueno para el posible duelo el hecho de que vean lo que hacemos. Si la reanimación la hacemos dentro de la UVI móvil no suelen estar los padres, pero es por una cuestión de espacio físico.
Nunca es tarde Esther, al contrario.
ResponderEliminarLo del manotazo es muy triste... menos mal que pasa poco, pero es muy triste.
Muchas gracias por aportar tu opinión y contar tus experiencias.