El #2CBS y mi primera vez

Como ya sabréis, el pasado fin de semana se celebró el II Congreso de la Blogosfera Sanitaria. Mi primer congreso de estas características.

Y me cuesta resumir la experiencia. En una palabra, digo que fue genial. Pero si me extiendo algo más, aparecen distintas sensaciones. Por ello intentaré contar mi vivencia personal de este fin de semana.

Poniendo en una balanza lo positivo y lo menos positivo, gana lo positivo. Y por goleada. Además, de lo negativo, ya no me acuerdo. Bueno, lo olvidaré en cuanto escriba ésto.

Lo primero, el Congreso en sí. Muchas iniciativas, muchas presentaciones, muchos pecha kucha, muchos talleres. Como todo en esta vida, algunos me gustaron más, y otros me gustaron menos. Fue un fin de semana muy dinámico. El auditorio, las aulas de colores, los pasillos, la cafetería. Cualquier sitio era bueno para compartir algo o conocer a alguien.

Lo segundo, los ponentes. Mentiría si dijera que me gustaron todos. Y mentiría por dos cosas. No les vi a todos, y todos los que vi no me gustaron. Eso sí, algunos no me gustaron, me encandilaron. Tanto escuchándoles hablar delante del público, como en pequeñas charlas privadas que pude tener con ellos en los pasillos. Gente normal, sencilla, generosa. Quedé impresionada.

Y por último, los asistentes. Cuando me inscribí en este congreso, lo hice con algunos compañeros de trabajo más. Pero por distintas razones, finalmente ninguno de ellos pudo acudir. Y ahí estaba yo. Con muchísimas ganas de ir al congreso pero con bastante reparo por no conocer "en persona" a nadie de los que estarían allí. Por fortuna, las ganas se impusieron al miedo y asistí, porque allí estaban ellos. Los "conocidos de mi pantalla" e incluso algunos desconocidos.

En Atocha, en el Argüelles o en el Hospital. Poco a poco fui conociendo a muchos de los autores de mis blogs de cabecera, a los co-habitantes de mi twitter, y a gente que no conocía de nada, ni siquiera a través de la pantalla.

Y el resultado de tanta desvirtualización, al igual que el congreso en sí y que los ponentes, también fue dispar.  Hubo gente con la que apenas pude hablar, gente exactamente igual en el cara a cara que en el pantalla a pantalla, gente que me sorprendió de forma muy positiva, y gente que me pudo sorprender de otra forma. Cada uno tiene sus teorías, sus amigos y su forma de ver las cosas. Estábamos en un congreso, no en una fiesta del flower-power.

Reconozco que a veces me sentí algo superada. Grupos que ya se conocían, asociar caras reales con avatares, relacionar nombres verdaderos con nombres de usuario. Sé que pude hacer más, compartir más, aprender más, conocer más... y no lo hice. Pero era mi primera vez y salió así.

Además, la intuición a través de la pantalla a veces falla. Como ya comenté antes, he tenido algunas sorpresas muy positivas, y ellos ya lo saben. Me equivoqué, y me alegro muchísimo de que así haya sido.

Para terminar, resumo todo en una frase. Repetiría mañana mismo.